Además
de la Orden de Clérigos Regulares de Somasca (Padres Somascos), hay en la
Iglesia otras familias religiosas de las cuales San Jerónimo es no
solamente protector (como en el caso de los Josefinos de Murialdo, los
Rogacionistas del beato Annibale di Francia, la Obra de don Calabria, las
Ursulinas de Caterina Cittadini...) sino la fuente de su espiritualidad y
de su razón de ser, por lo que sus miembros se consideran hijos suyos:
las Madres Somascas, en Italia; las Misioneras Hijas de San Jerónimo y
las religiosas de la Obra Mater Orphanorum, extendidas por el mundo, y los
Fréres Hieronimites, en Bélgica.
Los
Padres Somascos -depositarios del carisma del Fundador- formamos junto con
estas otras congregaciones y con los numerosos seglares que han optado por
vivir su fe en el mundo al estilo de Jerónimo Emiliani, la "Familia
somasca".
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